La inversión extranjera directa en la minería en México: el caso del oro
Palabras clave:
minería, inversión extranjera directa, desarrollo económico, producción de oro, mining, direct foreign investment, economic development, gold production.Resumen
A partir de la década de 1990 se ha modificado la estructura legal de la minería: en tanto que ha aumentado la participación del sector privado, ha disminuido la participación del Estado como inversionista y rector de esta actividad económica. Además, se ha ampliado la participación de la inversión extranjera directa (IED). La liberación de esta actividad productiva ha pasado por la modificación de la propiedad de la tierra, de los recursos del subsuelo y de la regulación del trabajo.
La tesis de este trabajo es que el crecimiento de la actividad minera no se ha traducido en una mejora de las condiciones de vida de las poblaciones en la cuales se ha asentado dicha actividad. Más aún, la minería ha desplazado actividades económicas previamente existentes sin generar suficientes empleos y, los que ha generado, son en su mayoría precarios e inestables.
Tradicionalmente, se ha visto con buenos ojos la participación de IED en la economía, siempre y cuando favorezca el escalamiento de la fuerza productiva; se instale y/o fortalezca actividades económicas de punta; o cree encadenamientos con otras actividades productivas. Este no es el caso en la minería. Las empresas mineras, en general, y las que tienen IED, en particular, operan en condiciones de tipo enclave. Obtienen y se apropian de recursos naturales no renovables, utilizan procesos productivos de alto impacto sobre el medio ambiente, enajenan la tierra en perjuicio de sus pobladores, desplazan actividades económicas previamente existentes y destruyen el medio ambiente. Todo esto a cambio de pagos casi nulos por la extracción del mineral y empleos inestables y precarios.
Clasificación JEL: F23, L72, O13
Abstract
Since the 1990s the legal structure has been modified, providing the private sector a broader participation into the mining industry, diminishing the State participation as an investor and as a governing entity. In addition, the direct foreign investment (FDI) has widened in the mining sector. The liberation of this productive activity was accompanied by the modification of the land property form, of the subsoil resources and labor regulation.
The thesis presented here is that the growth of the mining activity has not produced an improvement in the living conditions of the populations in which this activity has been established.
Even more, mining has displaced other previously existing economic activities, without creating employment posts and the ones that have been created are mostly unstable precarious jobs.
Traditionally, it has been approved the FDI participation in the economy, when it promotes the upgrading of the labor force; or it brings or strengthens leading economic activities; or it creates productive chains. This is not the case of the mining industry. Both, domestic mining enterprises and FDI mining enterprises operate under enclave type conditions. They both obtain and appropriate natural non-renewable resources, using productive processes that have a highly negative impact on the natural environment; alienating the land to the original owners, displacing other economic activities, previously existing in exchange for worthless payments in exchange for the mining extraction, precarious and unstable jobs, and the environment devastation of the environment and the previously existing economic activities.