Una semblanza acerca de la obra de José Ayala Espino, algo más que cantidades, precios y mercados

Resumen

Mientras yo me mantenga en la evocación de mis amigos y mis alumnos en tanto; se lean y discutan mis modestas aportaciones, yo seré victorioso”. José Ayala Espino ha muerto. La ubicación fatal del cáncer y la peculiar agonía de nuestro entrañable amigo -colmada de entereza– nos comunicaron, sin lugar a dudas, de su cercano fin. Sin embargo, la noticia es impactante. Pepe sabía, me lo dijo, que el otro pepe (de este modo hacía referencia a la pavorosa enfermedad) acabaría matándolo, pero juzgaba como pírrica la inevitable victoria del otro. Cuando las actuales autoridades de la Facultad de Economía de la UNAM, a la que José entregó su talento y su vida, le honraron en vida, conscientes de su condición terminal, se nos informo que en una extraña y perdurable conexión virtual,  a partir de su obra y su aprendizaje seguiría con nosotros y nosotros con él.