Perspectivas de la política monetaria en México: incertidumbre después de la estabilización

Resumen

En enero de 1999, el Banco de México se planteó como objetivo mediato para su programa de estabilización alcanzar, para el año 2003, la inflación prevaleciente en las economías de Estados Unidos y Canadá, principales socios comerciales de México. Este objetivo genera tres interrogantes. Las dos primeras de carácter instrumental, la tercera y más importante es de naturaleza funcional para la economía mexicana. Las dos primeras: ¿por qué elegir como meta del esfuerzo antiinflacionario la tasa de inflación en Estados Unidos y Canadá? y, ¿qué se puede considerar como estabilidad”?. La tercera es, una vez alcanzada la estabilización en el 2003 ¿cuáles serán las tareas del banco central cuando se alcance esa situación codiciada y añorada? Estados Unidos y Canadá son países con economías robustas; su fortaleza se manifiesta en una gran variedad de ámbitos pero, para los fines de este artículo, cabe resaltar sólo dos: la estabilidad de su nivel de precios y la solidez de su sistema bancario. Ello, aunado al hecho, ya citado, de ser los principales socios comerciales de México, justificó, a juicio de las autoridades monetarias mexicanos, tal decisión. Una decisión discrecional, como podrá advertirse, pero no arbitraria, su racionalidad reside en las razones expuestas. El otro elemento relevante es el del horizonte de tiempo para lograr la estabilización. Las autoridades monetarias nunca han hablado de ello explícitamente, pero se pueden deducir las razones; principalmente de conveniencia política frente a tres factores relevantes: la magnitud del esfuerzo necesario para la estabilización, la convicción para adoptar un compromiso tan visible ante los riesgos que inevitablemente acechan y el término del periodo en vigor del actual gobernador del Banco de México.